El pasado 6 de febrero, las principales organizaciones del autotransporte nacional se dieron cita para abordar los retos del gremio ante la entrada en vigor de la NOM-044 de SEMARNAT, la cual condiciona a los productores de vehículos pesados y transportistas la implementación de motores con tecnologías Euro VI y EPA 10, sin embargo, en el 81% de los municipios del país, no hay obligación por parte de Petróleos Mexicanos de suministrar Diésel de Ultra Bajo Azufre (DUBA), combustible necesario e indispensable para el correcto funcionamiento de los nuevos motores, situación que pone en una encrucijada al gremio que aporta casi el 4% del Producto Interno Bruto del país.
A la reunión asistieron los representantes de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA); Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM); Asociación Nacional de Productores de Camiones y Tractocamiones, A.C. (ANPACT); Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP); Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR); Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo (CANAPAT); Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos, A.C. (CONATRAM); Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN); Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX); Industria Nacional de Autopartes, A.C.; quienes se dijeron a favor de la reducción de emisiones contaminantes, así como de la implementación de tecnologías con altos estándares en temas ambientales, sin embargo, presentaron las cifras de los últimos cuatro muestreos realizados de manera independiente como parte de su compromiso con el tema de abastecimiento de diésel UBA, anunciando que durante julio de 2019, encontraron un retroceso en comparación a las cifras encontradas en 2018, una contracción del 81 al 75%.
El llamado generalizado de los líderes del sector, es para que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), modifique los tiempos marcados en su NOM-044, y se extiendan los tiempos de convivencia entre las tecnologías Euro V/EPA 7 y Euro VI y EPA 10, pues cumplir la obligatoriedad de la norma, sin que se considere la realidad del país y del mercado de hidrocarburos supone un riesgo real para la inversión de los transportistas.
Gran parte de las rutas consideradas por el autotransporte cruzan necesariamente zonas sin DUBA obligatorio, lo cual pone en riesgo la estabilidad de abasto y los precios de bienes fundamentales para la sociedad.
“Si sumamos a la coyuntura ya de por sí altamente compleja que enfrenta el autotransporte – complementó Elías Dip de CONATRAM- el hecho de que sólo tendremos la oportunidad de renovar nuestras unidades con una tecnología que no puede circular con certidumbre absoluta en todo el territorio nacional, lo más sensato y comprensible será frenar la renovación de nuestras flotas. No nos pueden obligar a lo imposible”.
De igual forma, el líder de la CONATRAM calificó de “necedad”, la postura tomada por la SEMARNAT, ya que obligar al cumplimiento de una norma de producción, cuando no existen las condiciones requeridas en materia de combustibles frenará la renovación vehicular.
Por su parte, Miguel Elizalde explicó que la falta de renovación de la flora, generará anualmente 1.4 millones de ton de CO2, equivalentes a la captura de emisiones que realizan 27.7 millones de árboles; finalmente, el representante de la ANPACT explicó que como organismo, no dejarán de trabajar para ajustar la NOM-044 a la realidad energética de México, pues es la mejor alternativa posible para no afectar negativamente las emisiones.